jueves, 6 de abril de 2017

Entrevista a Elisabet Benavent

La escritora número uno en ventas Elisabet Benavent, conocida también como Beta Coqueta, estuvo en Zaragoza presentando su libro La magia de ser Sofía y hoy sale a la venta ¡La segunda parte! La magia de ser nosotros. Hablamos con la escritora para que nos contara todo sobre sus últimas obras y más cositas... además derrochó su especial simpatía y nos lo pasamos muy bien con ella.

Presentas La magia de ser Sofía, ¿Qué van a encontrar los lectores y las lectoras en este libro?
Van a encontrarse con una protagonistas que es como cualquiera de nosotras, muy real, de carne y hueso... con miedos muy parecidos a los que tenemos todas, con aspiraciones parecidas a las que tenemos todas... con una vida muy normal. A mí en el proceso, Sofía, me reconfortó mucho porque me sentía muy identificada con ella. Se van a encontrar con la magia de las pequeñas cosas, esas que vamos dejando a un lado todos los días porque pensamos que están ahí y ya nos hemos habituado. Sofía pone un poco de hincapié en estas pequeñas cosas.



Es muy importante para que nazca la chispa del amor.
Creo que es la base, es el motor que nos hace funcionar y no le damos la atención que se merece. Estamos siempre esperando la gran cosa, el gran evento, el gran amor...y nos vamos perdiendo esas chispas pequeñas de "estoy súper a gusto, tengo gente alrededor..." ¡Eso es mágico! En el libro hay una cena que hacen los viernes a la que han titulado "Cuéntame tus mierdas" es como titulan ellos a la cena de amigos. Es muy mágico tener relación con tu amigo que conoces desde el colegio o una buena relación con tu padre... Estas cosas nos dan la alegría de vivir. Son estas cosas en las que se tienen que fomentar la felicidad.

Nos puedes contar algo de la segunda parte.
¡No puedo contar demasiado! Porque enseguida roza el spoiler, pero bueno... recogemos a los personajes en el punto en los que los dejamos en el final del primero. Es un punto complicado, son dos personas en las que se tienen que enfrentar a esa situación en la que se han visto que el amor es más problema que solución. Tienen que encontrar primero sus propias soluciones personales y luego encontrar, si se puede, la conjunta.

Más de 800.000 libros vendidos... cuando te pones con una nueva obra, ¿tienes más responsabilidad?
Se tiene una sensación de vértigo brutal porque piensas, perdón soy muy mal hablada, en la siguiente es cuando la cago (Risas) Esa sensación de "no puede ser" esta yendo todo demasiado bien, ahora es cuando voy a meter la pata. Pero estas cosas son así, en todos los trabajos. Uno tiene que enfrentarse a los nuevos proyectos, sobre todo, con ilusión y con ganas de trabajar. Si el siguiente no sale bien, yo lo que quiero estar tranquila de que he hecho todo lo posible y he puesto todo el cariño. Esto de escribir es como muy emocional y tienes que sentir un vínculo también con el proyecto. Ahí está lo importante. Luego tienes el miedo de no haber sabido hacer que no empaticen con la protagonista, de no haber sabido resolver bien una situación, una discusión, un diálogo... pero creo que lo primordial es quedarse tranquilo con que has puesto el 200% de ti mismo.

¿Te cuesta mucho cambiar de un personaje y de una perspectiva a otra? Porque este libro juega con las los perspectivas.
En este caso no, casi me lo pide. Sofía es la voz principal y siempre estás contando desde su punto de vista, pero nadie tiene la verdad universal. Entonces ese punto de que, en este caso, aparezca Héctor para dar su punto de vista, que a veces no es el mismo que el de Sofía, o que es el mismo que Sofía y la complementa, lo pide la situación. Lo que sí que me cuesta es cambiar de personaje de un proyecto a otro. Cuando acabas un proyecto y empiezas el siguiente, además siempre me pilla de promoción del libro, me cuesta desligarme una barbaridad. Te sientas a escribir y sigues teniendo a los personajes en la cabeza... y al final dices "cómo no me quite a los personajes de encima no voy a saber meterme en los siguientes".

Dani y Patri con Elisabet Benavent


Son muy diferentes los unos de otros en todos tus libros.
Intento que sean diferentes. Es como si tu entras en una fiesta acompañada de un montón de amigos y sabes que tienes que salir de la fiesta haciendo que todos los demás sean tus amigos. Y los demás te dicen "No, yo molo más. Al final dices "Mira, déjame un rato" (Risas). Sino no lo puedo hacer. Ahí sí que se crea un poco de desequilibrio.

¿Algún recuerdo loco que tengas de Zaragoza?
La última vez que estuvimos en Zaragoza, nos regalaron una botella de vino, a mi compañero José se le cayó la botella y la rompió en una fuente. Y nosotros decidimos, que como había roto un vino buenísimo y estábamos muy enfadados (Risas) con él, nos metimos en la fuente y llegamos al hotel empapados. Hacía mucho calor.

¿Qué tal la experiencia en "Anda ya" de los 40?
La experiencia es divertidísima, creo que a veces tendría que pagar para ir de lo bien que me lo paso. Me paso una hora buenísima. Cuando suena el despertador lo llevo mal, pienso "¿Por qué?" Pero luego llego allí y se me van todos los males. El ambiente es increíble, sabes que vas a estar ahí haciendo tu sección pero que vas a estar una hora riéndote... a veces no me sale ni la sección de la risa que me entra. Y además es la sensación de estar entre amigos y creo que no hay nada mejor en el mundo que estar echándote unas risas de esa manera tan natural que te olvidas que tienes el micro delante.

Y haciendo feliz a mucha gente.
¡Muchas gracias! Es un equipazo. Desde el técnico hasta los productores, todo el equipo está completamente volcado para que todo salga bien, para que el oyente pase un ben rato, para acompañarle al trabajo, a los estudios y participar en eso es un orgullo porque yo me levantaba con "Anda ya" cuando iba a estudiar.